Descripción funciones y alteraciones del sistema límbico

 

Descripción del Sistema Límbico


(Broca, 1877. Citado en Clark, D. L., et al, 2018) definió al lóbulo límbico como giros parahipocampales y cingulado (le Grand lobe limbique). Con el paso de los años, se han sumado estructuras subcorticales y corticales para integrar lo que el día de hoy se reconoce como el sistema límbico. En la actualidad incluye porciones del hipotálamo y del tálamo, amígdala, habénula, núcleos del rafé, área tegmental ventral, núcleo accumbens, núcleo basal de Meynert, la corteza orbitofrontal posterior, giro cingulado entre otras (Trimble, 1991). Las estructuras adyacentes al lóbulo temporal medial la integran los componentes centrales del sistema límbico.

El sistema límbico es un conjunto de estructuras cerebrales que responden a ciertos estímulos ambientales produciendo respuestas emocionales; como: miedo, alegría, enojo o tristeza. Aunque dichas emociones han sido consideradas características únicas del humano, (Charles Darwin, 1998) las describió en varias especies y en animales cercanos en la escala filogenética del humano, como los primates y es el encargado de regular las emociones, diversos autores lo llaman «El cerebro emocional», pero no es su única función, también tiene un papel importante en el aprendizaje y memoria. Tiene un papel fundamental en las respuestas fisiológicas ante ciertos estímulos a los cuales nos vemos expuestos y que nos provocan emociones como el miedo, la ira o alegría.  Por ejemplo, ante una situación que nos provoque miedo nos mantendrá en estado de alerta. (Mejía, D. I. L., et al, 2009)

 

 Funciones del Sistema Límbico


(Mejía, D. I. L., et al, 2009) Menciona que el Sistema Límbico está conformado por el lóbulo límbico (circunvolución parahipocámpica, circunvolución del cíngulo o del cuerpo calloso) el área septal, la formulación hipocámpica (subículo, hipocampo y circunvolución dentada), el núcleo amigdalino y otras muchas partes del cerebro conectadas con estas estructuras.

Las aferencias hipocámpicas incluyen fibras procedentes del área entorrinal de la circunvolución parahipocámpica, fibras colinérgicas procedentes del área septal y de los núcleos basales (o ganglios basales para clínica y fisiología) del prosencéfalo. Las fibras eferentes hipocámpicas entran en el circuito de Papez, que está formado por el subículo, el fómix o trígono cerebral, el cuerpo mamilar, los núcleos anteriores del tálamo y las circunvoluciones parahipocámpica y del cíngulo. El recuerdo de nuevos hechos y eventos (es decir, para la memoria declarativa) se produce a partir de modificaciones sinápticas dentro del hipocampo. También es necesaria la integridad del circuito de Papez en, como mínimo, un hemisferio.

La amígdala recibe impulsos procedentes del neocórtex temporal y prefrontal y de los núcleos colinérgicos y catecolaminérgicos que también se proyectan por la formación hipocámpica. Como tal, la amígdala proyecta fibras hacia el núcleo accumbens (estriado ventral), hacia el núcleo medio dorsal del tálamo y, a través de la estría terminal y la banda diagonal, hacia el hipotálamo y el área septal.

El área septal se proyecta a través de la estría medular del tálamo hacia los núcleos de la habénula; a través del fómix, hacia el hipocampo, y a través del haz prosencéfalico medial, hacia el hipotálamo. La estimulación de la amígdala provoca miedo, irritabilidad generalizada y un incremento de la actividad del sistema nervioso simpático: Las lesiones destructivas de ambos lóbulos temporales pueden traducirse en docilidad, una conducta sexual anormal y pérdida de la memoria a corto plazo. Pero no es necesaria una amígdala intacta para procesar la memoria relacionada con el miedo en el ser humano.

Los ansiolíticos imitan la acción inhibidora del y-aminobutirato en la amígdala. Los antidepresivos potencian la acción de la noradrenalina y la serotonina. Los fármacos usados para el tratamiento de la esquizofrenia antagonizan la acción de la dopamina en el sistema límbico y el núcleo accumbens.


Alteraciones del Sistema Límbico


(Según Clark, D. L., et al, 2018) El sistema límbico está relacionado con las causas de enfermedades neurodegenerativas, particularmente la enfermedad de Alzheimer y la Ansiedad que se encuentra atrofia marcada en el sistema límbico, en particular en el hipocampo. En la enfermedad de Alzheimer, se encuentran placas seniles y ovillos neurofibrilares dispersos. También se encuentra como una alteración la Epilepsia del lóbulo temporal y es la más común en adultos y sucede por esclerosis en el hipocampo. Parece que este tipo de epilepsia se debe a una disfunción a nivel del sistema límbico.

Hay estudios que muestran variación en el volumen del sistema límbico en trastornos afectivos como el trastorno bipolar y la depresión. Estudios funcionales han revelado actividad menor en la corteza prefrontal y la corteza cingulada anterior en los trastornos afectivos. El cingulado anterior es el centro para la integración atencional y emocional, e interviene en el control de las emociones. Finalmente, el Autismo y el síndrome de Asperger son trastornos que conllevan a una alteración en aspectos sociales. Estructuras del sistema límbico, como el giro cingulado y la amígdala, se encuentran alteradas en estas enfermedades.


Estructuras cerebrales






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